los Primeros Registros Sonoros


Durante 131 años hemos creído que Mary had a little lambgrabado por el señor Tomas Alba Edison en 1877, era el primer registro sonoro de la historia. Sin embargo, en febrero de este añodos investigadores de la Universidad de Berkeley de California, Patrick Feaster y David Giovannoni, encontraron entre archivos franceses una docena de frágiles papeles enegrecidos que correspondían al, hasta ahora, desconocido invento del Fonoautógrafo, un ingeniosoaparato que registraba las ondas sonoras mediante la vibración de un pelo de cerdo sobre un cilindro de papel tiznado que se hacía girar con una manivela y que su inventor, el tipógrafo francés Édouard-Léon Scott de Martinville,habíapatentado en 1857 exclusivamentepara el estudio grafológico del sonido, sin advertir en las potencialidades del mecanismo para reproducir tales registros… como meritoriamente sí lo haría Edison 17 años después con su Fonógrafo, grabador y reproductor simultáneo.
Entre los fonoautogramas descubiertos se encontraba un fragmento de 10 segundos de duración de “Au clair de la lune, una canción del repertorio popular galo, cuyas marcas en el papel fueron escaneadas y procesadas digitalmente por el equipo investigador -en una suerte de tránsito desde lo visual a lo sonoro -hasta obtener un sonido audible y medianamente reconocible que le confiere a esta pieza la distinción de ser el registro de la voz humana más antiguo de la historia, grabado por Scott de Martinville el 9 de Abril de 1860.
Casi dos décadas después y con un mecanismo semejante, pero mucho más eficiente, vendría el Fonógrafo, el invento de Edison patentado en 1877 y que llegó a convertirse durante comienzos del siglo XX en el primer sistema de audio-registro puesto al alcance del público… y que en su versión de 4 minutos de duración con cilindro de celuloide alcanzó una calidad excepcional incluso superior a la cinta magnetofónica.
En este aparato, una aguja vibra con las emisiones sonoras captadas por la membrana de una suerte de micrófono, labrando un surco bien definido en un cilindro de cera que se va girando con una manivela. (Este tipo de cilindro poseía una duración de dos minutos y tenía la ventaja de ser regrabable muchas veces mediante un simple calentamiento de la cera). Para oír el registro así obtenido bastaba con invertirla dirección del giro con lo que nuevamente se hacía vibrar la aguja, esta vez siguiendo el surco previamente grabado y trasmitiendola señal a un sistema de auriculares.
Como parte de los desplazamientos argumentales de Proyecto Domus, compartimos con ustedes estas piezas sonoras de caracter patrimonial que pueden escuchar a continuación:

Au Claire de la Lune” (Fonoautograma. Scott de Martinville, 1860):
“Mary had a little lamb” (Fonograma, Tomas Alba Edison, 1877):

Au Claire de la Lune” (Fonograma. Tomas Alba Edison, 1831):


Jorge A. Olave Riveros
2008.

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